Fin de semana, ¿te quedas sin alcachofa en la ducha, no quieres salir hasta el lunes de casa y odias ducharte a chorro?... ¿O vives a 20 kms. del centro comercial más cercano o estás a final de mes y ya no te queda un euro?... Ningún problema. Esta solución de urgencia además de rápida es barata.
Botella de agua, agujeritos en la base a gusto del consumidor, la enroscas y a ducharse con un sistema de lluvia fina o gruesa. Como prefieras.
Advertencia: la botella de agua debe ser pequeña, si pones una de litro y medio, puede que el peso del agua la haga caer o nos arranque hasta el empotrado de la ducha. Cuidado, el remedio nos puede resultar peor que la enfermedad.
La otra solución también nos remite al baño, al agua o a esos molestos grifos bajos de cocina que no nos permiten colocar el cubo debajo para recoger agua.
La o el artífice de esta idea ha dado con una solución ingeniosa: se coje y recogedor del tamaño de la pica del aseo, se deja correr el agua y esta al igual que una hermosa cascada va directa al cubo que hemos colocado debajo. ¡Ojo que el mango del recogedor o pala tenga un canalito o sea hueco, de lo contrario la chapuza puede ser monumental!
No se vosotras pero yo siempre he sido un poco manazas. Será por despistada o por torpe pero rara es la semana que no se me escurre un plato o vaso de las manos y si ya tengo que llevar las cosas en una bandeja, mejor que utilice las dos manos, de lo contrario, desastre seguro.
