
Algunas personas son alérgicas a los ambientadores y a otras no nos gustan las que hallamos en las tiendas, y mirad que actualmente hay cientos de ellos; pero unos nos parecen demasiado fuertes y otros demasiado dulzones.
Para evitar esas fragancias que no nos convencen del todo, tenemos fácil solución:
Para evitar esas fragancias que no nos convencen del todo, tenemos fácil solución:
¡Volvamos a las hierbas aromáticas naturales, que ya utilizaban nuestras abuelas, para refrescar y dar un aroma personal a nuestra casa!
Aquí es dejo un par de ideas muy fáciles de llevar a cabo para aromatizar vuestro hogar de forma cien por cien natural.
Naranjas sanguinas, limones, limas..., estas últimas resultan un poco caras pero... ¡Todas sirven! Solo hay que dejarlas secar y eso resulta actualmente fácil y rápido: hay que córtalas en rodajas, remojarlas en agua con sal y ponerlas al microondas hasta que pierdan su agua y se endurezcan.
El resultado es a la vez aromático y decorativo, por eso podemos guardarlas en un tarro de cristal y abrir la tapa cuando lo necesitemos o simplemente depositarlas en un cuenco o bandeja.

Otra solución es el agua de hierbas perfumada, una buena manera de endulzar el olor de nuestro hogar.
Para llevarlo a cabo necesitaremos una o dos hierbas perennes, como la albahaca y el romero, algún cítrico (fruta o solo cáscara), especias como la canela, el clavo de olor, el anís estrellado o la pimienta de Jamaica y agua hasta cubrir. Tras eso colocamos los ingredientes en un quemador de esencias y dejamos que se caliente la mezcla al fuego, ¡veréis que a mayor calor, más fuerte es la fragancia que inundará toda la casa!
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